No cabe duda de que la reutilización del agua se ha convertido en un tema prioritario en las cumbres internacionales sobre el cambio climático o en la estrategia de la economía circular.
Según informa la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) en su XV Estudio Nacional de Suministro y Saneamiento, en España se reutilizan unos 268hm3, alrededor del 7% del agua residual depurada y regenerada que se destina fundamentalmente a la agricultura y al riego de jardines y zonas de ocio, y, en menor porcentaje, a la industria y a la limpieza de alcantarillado y/o baldeo de calles.
El tratamiento del agua, ya sea para su reutilización como para vertido a colector, está regido por parámetros estrictos que han de ser debidamente controlados; con el fin de que la calidad del agua tratada y depurada sea la requerida por la norma vigente y que dicha agua disponga de un buen estado ecológico y químico.
Por ello, no es extraño que la Entidad Nacional de Acreditación ENAC, advierta de la necesidad de que las empresas se aseguren de que los resultados que proporcionan sus equipos de medida son correctos y, por tanto, de la importancia de mantener dichos instrumentos calibrados.
Las funciones de los equipos se deterioran por múltiples factores, como el envejecimiento de sus componentes, cambios de temperatura o estrés mecánico que soportan y este deterioro revierte en la fiabilidad de las medidas.
La calibración de los instrumentos de medida por un laboratorio acreditado, como advierte ENAC, proporciona la seguridad de que las medidas realizadas son fiables.
Laboratorios Eyco, que trabaja con el sector de las aguas residuales, para el que realiza calibraciones de filtros y de equipos ópticos como fotómetros o medidores de cloro, ha sido uno de los primeros laboratorios que se ha adaptado a la nueva Norma UNE-EN ISO/IEC 17025:2017. Cumplir con las exigencias de la Norma supone, entre otras cosas, demostrar una elevada competencia técnica y un alto grado de especialización y rigor profesional.