
La industria de la alimentación utiliza habitualmente la escala Brix, que determina el contenido de sólidos solubles totales, para medir la cantidad de azúcares que contienen los alimentos como las frutas y verduras, por ello, con estas mediciones puede establecerse el momento óptimo de recolección, teniendo en cuenta el grado de maduración.
Los refractómetros son los instrumentos utilizados en este caso.